El fin de semana no tenía muy buena pinta en cuanto a actividades de ocio/deporte, así que decidí apuntarme a una excursión al monte con un grupo de montaña. Esta difícil decisión la tome por dos razones la primera por mi bien y la segunda por el de las personas que me rodean, ya que un fin de semana en casa, me agria el carácter (si, más que de costumbre).
Pero está entrada en el blog no es para hablar de montaña ni explicar las características técnicas de la ruta que realizamos (Camino de San Melchor), puesto que hay otros blogs que lo describen de una manera más correcta y técnica, si no que es para hablar de las dificultades experimentadas durante el día de ayer.
A priori parece que después de caminar 27 km podíamos haber encontrado una inmensa cantidad de escollos y dificultades por el camino, subidas, lluvia, saltar vallas, nieve, caminar por asfalto (no me gusta nada), pues no, la mayor dificultad fue una vez terminada la ruta, para empezar solo diré que fui hacer deporte y volví con mas kilos de los fui.
Lo típico de estos grupos de montaña, una vez terminada la etapa del día es ir a comer a un restaurante de la zona, aquí radica la dificultad del día, comer, sin explotar en el intento. La ruta la finalizamos entorno a las 17:00 por lo que nos sentamos a comer a las 17:30, la comida empezó a fluir en diferentes fuentes, fabada (morcilla, chorizo, tocino), picadillo, carne guisada, los dos últimos con sus respectivas patatas fritas, por si eso no fuera suficiente la camarera que nos debió de ver con hambre nos ofrecía más comida. Finalmente empezó a retirar bandejas (si hubiera seguido poniendo comida creo que hubiera muerto), pero no había terminado el sufrimiento, quedaba el arroz con leche, y para digerir correctamente todo lo que nos acabábamos de engullir el café, la verdad que todo estaba buenísimo (repetí de todo, jaja). Una vez terminamos de comer y de unos minutos de tanteo conseguimos levantarnos de la mesa con los 3 kilos que habíamos ganado en poco más de una hora.
Así… se me olvidaba, la comida solo costo 14 € (Bueno, bonito y barato)
Pero está entrada en el blog no es para hablar de montaña ni explicar las características técnicas de la ruta que realizamos (Camino de San Melchor), puesto que hay otros blogs que lo describen de una manera más correcta y técnica, si no que es para hablar de las dificultades experimentadas durante el día de ayer.
A priori parece que después de caminar 27 km podíamos haber encontrado una inmensa cantidad de escollos y dificultades por el camino, subidas, lluvia, saltar vallas, nieve, caminar por asfalto (no me gusta nada), pues no, la mayor dificultad fue una vez terminada la ruta, para empezar solo diré que fui hacer deporte y volví con mas kilos de los fui.
Lo típico de estos grupos de montaña, una vez terminada la etapa del día es ir a comer a un restaurante de la zona, aquí radica la dificultad del día, comer, sin explotar en el intento. La ruta la finalizamos entorno a las 17:00 por lo que nos sentamos a comer a las 17:30, la comida empezó a fluir en diferentes fuentes, fabada (morcilla, chorizo, tocino), picadillo, carne guisada, los dos últimos con sus respectivas patatas fritas, por si eso no fuera suficiente la camarera que nos debió de ver con hambre nos ofrecía más comida. Finalmente empezó a retirar bandejas (si hubiera seguido poniendo comida creo que hubiera muerto), pero no había terminado el sufrimiento, quedaba el arroz con leche, y para digerir correctamente todo lo que nos acabábamos de engullir el café, la verdad que todo estaba buenísimo (repetí de todo, jaja). Una vez terminamos de comer y de unos minutos de tanteo conseguimos levantarnos de la mesa con los 3 kilos que habíamos ganado en poco más de una hora.
Así… se me olvidaba, la comida solo costo 14 € (Bueno, bonito y barato)
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